Cómo lucir radiante durante el embarazo

Cuando una mujer está embarazada su cuerpo sufre muchos cambios en un corto periodo de tiempo, lo que preocupa a la futura mamá, quien se encuentra atravesando una de las más felices etapas de su vida y que por lo tanto quiere verse bella y estupenda, pero siente que así como su abdomen está creciendo, crecen ciertos problemas con respecto a su cuerpo. Para llevar esta etapa de la mejor manera posible, toma en cuenta estos consejos informativos que te proporcionamos a continuación:

• En primer lugar vamos a hablar de alimentación ya que si no te nutres correctamente, tu cuerpo va a dar testimonio de los errores que cometas. Sigue las indicaciones de tu ginecólogo, alimentándote de forma rica y balanceada, sin descuidar incluir en tu dieta diaria todas la vitaminas que tú y tu bebé necesitan.
• Las temidas estrías no tienen porque afectar a todas las mujeres embarazadas. Es mejor prevenirlas, porque eliminarlas es casi imposible. Si no subes de peso en exceso y mantienes tu piel siempre hidratada, es posible librarse de ellas. El aceite de almendras aplicado diariamente, sobre todo en las zonas más proclives a las estrías (senos, barriga, caderas y muslos), es uno de los mejores lubricantes, yo lo he probado y te puedo decir que sí funciona.
• Seguramente habrás notado que la piel de tu rostro está más seca, esto se debe a que durante el embarazo aumenta la producción de estrógeno y disminuye la de glándulas sebáceas. Si tu piel es grasa probablemente debas cambiar de tratamiento usando productos diseñados para pieles normales.
• Los cambios hormonales también pueden hacer que los poros se abran para eliminar las impurezas de la piel y que te aparezcan granitos. En ese caso utiliza una mascarilla purificante. Aunque lo ideal sería que no deberías esperar a que esto te suceda, por lo que te recomiendo prevenirlo realizando la limpieza diaria con mucho cuidado aunque de todas maneras no podrás evitar que el aumento de transpiración genere un cambio en el aspecto de tu cutis.
• Otro de los grandes cambios lo experimenta tu cabello. Este puede tornarse más seco o más grasoso. En el caso de que se volviera muy seco, utiliza ampollas de aceite caliente para hidratarlo en profunidad. El pelo graso debe lavarse siempre con un champú especial, y los acondicionadores y mascarillas solo deben ser aplicados en las puntas, jamás en las raíces.

Fuente: TerraMujer

Imagen: Bmujer

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