El cambio de estación afecta el funcionamiento de nuestra piel, muchas veces nos preguntamos por qué se torna más grasa, seca o sensible y no pensamos en los agentes externos. Cuando llega el invierno y bajan las temperaturas producimos menos grasa y perdemos protección, lo que se traduce en una piel más seca y frágil.
El aire es seco y absorbe agua del ambiente en el cual nos encontramos, por esta razon nuestro cutis se deshidrata en climas fríos, pero no sufre solamente nuestro rostro, piernas y brazos pueden descamarse y agrietarse por falta de agua, lo que lleva a molestos picores y a una apariencia rugosa de la piel. Para combatir estos efectos del frío debes seguir los siguientes consejos:
- Para lavarte usa jabones engrasantes y muy emolientes, indicados para pieles con problemas de sequedad.
- Opta por tomar duchas cortas y prefiere el agua no muy caliente, porque lo único que conseguirás es potenciar la resequedad al retirar los aceites naturales de la capa córnea.
- Inmediatamente después del baño aplícate una crema hidratante para sellar el agua a la piel. Repite esta hidratación varias veces al día, segun la necesidad de tu cuerpo.
- Probablemente en esta época del año debas utilizar una crema especial, emoliente que funcione como una barrera del agua que lleva tu piel. La vitamina E resulta fantástica para ayudar a restaurar la barrera hidrolípica, potencia este efecto incluyendo vitamina C y ceramidas.
Engríe tu piel constantemente para poder lucir una apariencia joven y saludable, si sufres de deshidratación por el clima frio y seco de tu ciudad, guíate por estos séncillos consejos y notarás la diferencia.
Fuente: Hola
Imagen: El Reloj
Visítanos en
Facebook
Twitter