La cirugía estética tiene una variedad de aplicaciones con resultados muy beneficiosos para nuestra apariencia física. Pero una gran parte de ellos depende de nuestra reacción orgánica y los cuidados que tengamos luego de la intervención.
El post-operatorio debe ser un tiempo para recuperarnos de la cirugía y aprender a adaptarnos a los cambios. Dependiendo la complejidad, su duración aproximada es de una a dos semanas, en cuales se desinflama la zona operada y se determina su aspecto final.
Ya que es un periodo de recuperación, hay que alejarse de toda preocupación mediante la realización de nuestros hobbies o actividades novedosas, pero sin que requieran esfuerzo físico. Así mismo, no hay que asustarse por los dolores musculares que puedan surgir, salvo que sean muy fuertes o constantes.
En los primeros días se recomienda una dieta blanda, a fin de facilitar la ingesta y evitar malestares digestivos que compliquen el proceso. Y también hay que seguir un control estricto de las dosis de los medicamentos recetados y del momento en que los tomamos para que surtan el efecto esperado y/o el cuerpo no reaccione de forma negativa.
Es bueno hacer una ligera caminata al día siguiente de la operación para facilitar el retorno al ritmo de vida normal, pues se supone que sirve para mejorarla y no para crearnos contratiempos.
En el caso de la colocación de implantes, hay que acudir a los chequeos periódicos durante el tiempo que las prótesis estén instaladas en el cuerpo. Pues hay que inspeccionar el nivel de desgaste y las precauciones a realizar ante el mínimo cambio.
Fuente: Dra. Ángela Chamorro
Imagen: Hola.com
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