La estructura y la actividad de nuestra piel son sensibles ante la influencia de diversos factores externos o internos, como el clima, la edad o la alimentación.
Si conseguimos que ellos se conviertan en nuestros aliados, no abusando del sol, cuidando nuestra alimentación diaria, durmiendo siete u ocho horas todas la noches, y por supuesto aplicándonos cremas específicas para nuestro cutis, tendremos como resultado una piel más luminosa e hidratada y en consecuencia más joven.
Durante el verano, el calor, el sol y los baños continuos en playas y piscinas alteran la película protectora de la epidermis, por otro lado debemos ser conscientes de que con el paso de los años, el funcionamiento de la piel es más lento.
Cuando llega la menopausia disminuye la producción de grasa de las glándulas sebáceas. Las dietas restrictvas, las enfermedades crónicas y algunos medicamentos también pueden afectar nuestro aspecto y bienestar cutáneo.
Todos los factores antes mencionados provocan que nuestra piel se vuelva más vulnerable, se deshidrate y pierda flexibilidad y suavidad, apareciendo picores, rojeces, tirantez y arrugas prematuras. Pero no debemos preocuparnos, hoy en día es posible frenar todo esto gracias a la ayuda de los cosméticos nutritivos equilibrantes y reparadores, que cada vez cumplen mejor y en menos tiempo sus objetivos.
La cosmética nutritiva actual devuelve el equilibrio y mejora las funciones y el aspecto externo de tu piel. Estas fórmulas no solo están pensadas para restablecer las condiciones dermatológicas, sino que han sido elaboradas de manera específica para cada tipo de piel, reducen el riesgo de reacciones alérgicas, algo muy importante para las pieles sensibles, las cuales a pesar de presentar unas condiciones muy específicas, también necesitan cremas reparadoras.
En lo que se refiere a las texturas en cremas, en verano debemos elegir formatos en suero y fluidos, estos también son ideales para las pieles jóvenes, es especial si estas son grasas. Las cremas más densas son perfectas para las pieles maduras y para nutrir nuestro cutis durante el frío invierno.
Fuente: Revista Lecturas Nro. 299
Imagen: Elporvenir
Visítanos en