Suele pasar que cuando salimos fuera nos damos un pase para comer lo que sea en las cantidades que sean. El problema es que si esto ocurre varias veces a la semana, es probable que todas estas calorías se estén añadiendo de forma poco agradable a nuestro cuerpo.
También resulta que cuando trabajamos lejos de casa o no tenemos el tiempo para prepararnos un lunch nos vemos obligadas a realizar al menos una comida en restaurante. Afortunadamente, existen algunos tips para que estas calorías consumidas sean las menos posibles sin sacrificar una rica comida.
- Pide sopa o ensalada: antes del plato principal pide siempre una sopa o una ensalada para empezar, porque te permitirá subir tu consumo diario de frutas y vegetales, y también porque te irás llenando antes del postre.
- Come con agua o con un té helado: el refresco es uno de nuestros peores enemigos, hasta el de dieta tiene sus pormenores, así que trata de acostumbrarte a comer con agua. Es más sano.
- Ve despacio: sin exagerar y con el tiempo que tengas disponible, pero trata de saborear cada bocado. El cerebro tarda 15 minutos en procesar que ya estás llena y comer despacio te permitirá consumir cantidades más pequeñas.
- A la hora de escoger la guarnición: inclínate por las papas al horno o algún tipo de verduras, ahí también estarás ahorrando calorías.
- Lo más peligroso: es llegar muerta de hambre al restaurante, porque te abalanzarás sobre el pan. Si sabes que se te hace tarde, come aunque sea una barrita de cereales para evitar devorar a la hora de la comida. Recuerda que puedes hacer 5 comidas al día y así medir mejor las porciones.
- No te niegues placer todo el tiempo: si se te antoja un postre, pide un postre, si tienes ganas de unas pastas, puedes darte ese gusto; recuerda que todo es cuestión de medir y en cuestión de combinar todo tipo de alimentos y mantener el balance.
Fuente: EsMás.
Imágenes: MiDieta.
Tags Blogalaxia: Belleza, Alimentación, Calorías.
Visítanos en
Facebook
Twitter