Lo peor de tener estrés es que el malestar demora en pasar, incluso mucho después de la situación que lo ocasionó. De ahí que sintamos una gran rigidez sobre los hombros y nuestra espalda se vaya encorvando a pesar de no cargar ningún peso.
Para no extender más nuestra agonía muscular, el denominado tratamiento descontracturante promete relajarnos rápidamente con efectos muy positivos a nivel físico y mental.
Cada sesión del tratamiento dura de media hora a cuarenta y cinco minutos y es ideal para eliminar las contracturas en zonas específicas del cuerpo, sobre todo los hombros, el cuello y la espalda.
Al dar los masajes con la yema de los dedos y el ambiente oliendo a incienso, se crea una especie de ondas relajantes que penetran sobre los sistemas respiratorio, circulatorio y nervioso. Así ocurre la regulación de la respiración, que aporta mayor oxígeno al cerebro y las células.
De la misma manera, disminuye la tensión muscular y se estimula la irrigación sanguínea, ayudando a que baje la presencia de colesterol malo y grasas en la sangre, así como al fortalecimiento de las defensas del organismo (sistema inmunológico).
Al terminar la sesión se experimenta una sensación de ligereza, cual si camináramos “por las nubes”. Esto nos despeja y permite pensar con mayor claridad para que el estrés no nos agobie fácilmente. Así que además de combatir la tensión, el tratamiento descontracturante la previene. Para ponerlo en práctica al menos media hora al día.
Fuente: BellezaOculta – Argentina
Imagen: Atrapalo.com
Tags Blogalaxia: Belleza, Salud, Relax, Tratamiento Descontracturante.
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