Rejuvenecimiento facial sin cirugía: el gen de la juventud

Creo que todas las mujeres nos preocupamos por mantenernos bellas y por tanto, una de nuestras mayores preocupaciones es comenzar a sufrir algunos signos de la edad. ¿Cuáles? La falta de luminosidad de la piel, la aparición de las primeras líneas de expresión (en el contorno de los ojos o en el ceño) o las manchas producidas por el sol…

Como habrás notado, es nuestra piel la que refleja antes que nada lo que sucede dentro de nosotros (sea bueno o malo), por eso debemos prestarle mucha atención. ¿Has pensado si la hidratas lo suficiente?

Ocho vasos de agua diaria, incluir verduras y frutas en tu dieta, el uso de un buen bloqueador cada vez que te expongas al sol, son los consejos básicos (¡además de evitar el estrés!). Sin embargo, la ciencia también se ha puesto de nuestro lado para ayudar a cuidarnos.

Tuvimos la oportunidad de escuchar a la Dra. Uma Santhama, Gerente Senior en Biología Celular y Toxicología In Vitro del Centro de Investigación de Avon, quien compartió con nosotros un nuevo descubrimiento: el del Gen de la Juventud.

El gen de la juventud, ¿existe?

¡Así es! Pero no te preocupes, porque todos lo tenemos. La historia sobre su descubrimiento es bastante interesante:

“Una universidad líder de Italia estudió a un grupo de personas que viven en una zona del sur de Italia llamada Calabria. Ellos tienen vidas más largas y saludables que el promedio de los seres humanos. Incluso había muchos que vivían más de cien años y trataron de comprender qué tenían de especial. Al final, este estudio reveló que estas personas tienen una actividad superior de un gen en particular que poseemos todos los seres humanos.”

¿Quién no había escuchado sobre la fuente de la juventud? ¿No te has imaginado sumergiéndote en ella tan solo por unos minutos para conseguir verte unos años menos? Bueno, al final, al parecer todos cargamos con la fuente en nuestro propio cuerpo…

¿Cómo actúa el gen de la juventud sobre nuestra piel?

Lo primero que tienes que conocer es que nuestra piel tiene tres niveles básicos:

• Epidermis. Es la capa más superficial y a la que debes proteger contra los impactos del medio ambiente. Según cuenta la experta: “en su nivel más profundo, las células se multiplican y se renuevan. Este proceso dura aproxidamente 28 días, pero con el paso del tiempo puede ser más lento».

• Dermis. Es la capa intermedia y en gran medida de ella depende que la piel se mantenga lozana. Está constituida por proteínas como el colágeno y la elastina (de seguro has visto muchas cremas para la piel en base a ellas), que son las que permitirán que se mantenga firme. Cuando estas proteínas se deterioran o se pierden. se produce la flacidez o aparecen las arrugas.

• Hipodermis. Aquí encuentras el tejido adiposo (la grasita) y es donde se aísla el calor, y se reserva la energía.

Como habrás notado. son las proteínas las que se llevan las palmas en mantener nuestra piel joven. porque son las responsables de que las células actúen de forma eficiente.

“El Gen de la Juventud ayuda a las células de la piel a actuar de manera más juvenil, pero esa actividad disminuye a medida que envejecemos. Un incremento en la actividad de Gen de la Juventud estimula las proteínas que pueden ayudar a tener una apariencia más joven de la piel”.

¿Puedes creer que un pequeño gen sea el responsable de que algunas personas se vean muchos más jóvenes que otras, a pesar de tener la misma edad? ¡Increíble!

En resumen el Gen la de Juventud:

• Produce una proteína crítica para las células de la piel.

• Aumenta la actividad del proceso de producción de la energía celular.

• Aumenta la longevidad de las células.

¡La batalla contra la edad no está perdida!

Debemos aceptar que el proceso de envejecimiento es normal. Sin embargo, muchas veces lo adelantamos sin darnos cuenta. ¿Has escuchado sobre los radicales libres?

Aunque ciertos procesos normales de nuestro organismo, como la respiración o la digestión de los alimentos, también lo producen, cuando se generan en demasía pueden ser poco beneficiosos y sí, en especial van a ir en contra de nuestra piel.

La exposición a la contaminación ambiental, el tabaco, los químicos en algunos alimentos, los rayos solares, algunas medicinas e incluso el estrés, son responsables de generar radicales libres. Y estos, a su vez, atacan las células impidiendo que se reproduzcan. Sin la renovación celular, la piel, como te imaginarás, lucirá marchita y se formarán las odiadas arrugas.

Así que ya tienes una buena razón para dejar el cigarrillo y para aprender a relajarte a pesar de las preocupaciones diarias. Ahora bien, además de que trates de evitar los factores que producen los radicales libres, los científicos buscan formas de ayudarnos a retrasar los signos del envejecimiento por otros medios.

Tal vez encontrarás en el mercado pastillas o cremas en base a colágeno, elastina, ácido hialurónico, entre otros. Algunas de forma más directa, otras no tanto, lo que buscan es que las células de tu piel se regeneren y se porten como lo hacen a los quince o veinte años. Por eso te recomiendo que no olvides utilizar una crema de día y otra de noche a partir de los 25 años.

Por ejemplo, con el descubrimiento del gen, lo que los científicos de Avon han elaborado es un suero y una crema humectante, a la que han llamado Anew Genics, que se basa en la tecnología Youthgen (Gen de la Juventud) y nos aseguran que con el uso continuo la piel lucirá 10 años más joven.

Yo, por lo menos, estoy dispuesta a probar un producto especial y a tratar de reducir la cantidad de radicales libres que pueden envejecer mi piel y que día a día atraemos sin siquiera imaginarnos el daño que nos hacen. ¿Qué tal tú?

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