Tips para cuidar nuestra piel en el cambio de estación

Cuando El Chavo del Ocho cantaba que «si eres joven aún, mañana viejo serás a menos que con afán conserves tus inquietudes y así nunca envejecerás» tenía mucha pero mucha razón. Al igual que el espíritu, el aspecto de nuestra piel no siempre tiene que coincidir con nuestra edad cronológica, ya sea para bien o para mal.

No es para nadie un secreto que los malos hábitos de salud, como fumar, beber en exceso, «llenarnos» de comida chatarra y/o exponernos al sol sin la protección adecuada repercuten en cómo luce el órgano más grande de nuestro cuerpo. Pero el daño se hace más evidente en los cambios de estación.

Durante la trancisión climática que se genera en tales épocas solemos sentir más cansacio del habitual y el cabello ingresa a su famosa etapa de «muda». De ahí que el verse con menos pelo y experimentar mayor agotamiento que de costumbre influya en que muchas mujeres contraigan depresiones con la llegada del otoño o invierno.

Según los expertos en la materia, al aproximarse una nueva estación nuestra piel atraviesa una fase de metereosensibilidad, que en buen cristiano significa que hasta el mínimo daño puede tener efectos altamente nocivos en ella.

Estando hecha la advertencia -que no es para «meterles miedo», sino para «tomar el toro de la precaución por las astas»- solo nos queda poner en práctica algunos sencillos y eficaces tips, que lo serán siempre y cuando los llevemos a cabo religiosamente día tras día:

  • Tomar 2 litros de agua al día, de preferencia sin azúcar (ni más ni menos).
  • Usar crema desmaquillante antes de dormir y crema hidratante luego de la misma (y también luego de ducharnos).
  • Bañarnos con agua fría o, por lo menos, darnos el último «chapuzón» con ella (para que los poros de la piel respiren mejor y no se agriete).
  • No realizar el personal con jabones que no tengan crema humectante, en caso de que sean en forma de pastilla. De preferencia, hacerlo con jabones líquidos con propiedades exfoliantes.
  • Comer 5 porciones de frutas y verduras al día, en especial las que contienen betacaroteno, como los vegetales de color naranja y rojo. Y también los que contienen colágeno, como los mismos vegetales rojos, los de color verde y negro y los que contienen aceite Omega 3 (pescados, por ejemplo, el salmón y el atún).
  • Aplicar masajes relajantes con cremas tonificantes.
  • Aplicar el protector solar 15 minutos antes de salir de casa.
  • Aplicar mascarillas caseras a base de yogurt, miel, azúcar y/o avena de 1 a 2 veces por semana.

Imágenes: Sentirme Bien, Adriana Albarracín Clothes.

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Acerca del autor

Escrito por Vicky Sampi

Publicista de 1.54 mts. con aficiones periodísticas, gusto por la lectura, el vino, las caminatas y la buena compañía. Muy pronto aprendiz de cocina (nuevamente).

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