¿Te sacas los zapatos y sientes tus pies húmedos? ¿Es algo que no puedes ocultar, por más que te lavas y secas con cuidado los pies, ese olor característico no te deja en paz y te hace pasar mucha vergüenza y bochorno?
No te sientas mal, no eres la única. Esto se debe a que día a día la piel se descama y libera bacterias que son causantes de ese mal olor. Además, en muchos casos, el material del que están hechos tus zapatos y/o medias, hace que tus pies suden más de lo normal, generando la aparición de hongos, causantes también del mal olor.
Pero, no te preocupes, todo tiene solución:
- Cuida tus pies de la misma manera que cuidas otras partes del cuerpo. Engríelos, no los dejes olvidados porque están la mayor parte del tiempo escondidos. No esperes a que llegue el calor para recién preocuparte por ellos.
- Cada vez que te laves, seca bien tus pies, inclusive entre los dedos.
En el mercado puedes encontrar desodorantes para pies que controlan la sudoración excesiva. Puedes usar Dr. Scholl Odour Control Range, producto que controla el mal olor y la transpiración de tus pies por 24 horas. También puedes usar Dr. Scholl Fresh Feet Range, fórmula que mantiene tus pies frescos a lo largo del día.- Aplícate talco para pies después secarte bien los pies.
- Usa zapatos que te ayuden a mantener tus pies bien ventilados. De preferencia, olvídate de los zapatos con materiales sintéticos.
- Usa plantillas y cámbialas cada dos meses. Puedes usar Dr. Scholl Freshstep Deodorising Insoles, protegerás tus pies día a día.
- Usa medias 100 % hilo de algodón.
- En verano aprovecha para tener tus pies más al aire libre.
- Si practicas deporte en un gimnasio, usa sandalias a la hora de ducharte para evitar el contagio de hongos y bacterias.
Con estos consejos, nadie más se alejará de ti. Si los problemas persisten, consulta a un dermatólogo de tu entera confianza.
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