Ejercicios para tratar la parálisis facial

El rostro no es solo la carta de presentación de nuestra belleza, sino también la parte de nuestro cuerpo en la que más se hace notoria la expresión de nuestras emociones. Con la fuerza/ternura de nuestra mirada o de una sonrisa esbozada en nuestros labios podemos convertirnos en el centro de atención de enamorados pretendientes que podrían transportarse a las nubes con solo hacerles un pícaro guiño.

Todas aquellas capacidades gestuales de conquista residen en el dominio de los movimientos faciles a los que muchas veces no les damos la importancia que debemos. Pero cuando llegamos a sentir, por ejemplo, que uno de nuestros ojos está mucho más abierto que el otro o que no podemos controlar nuestra sonrisa la realidad de que podemos perderlo nos cae como baldazo de agua fría, llegando incluso a paralizarnos literalmente.

Los síntomas a los que acabo de remitir corresponden a la llamada parálisis facial o de Bell y puede generar que quien la padezca no pueda reconocerse a sí mismo por el cambio radical que produce en la forma de las facciones.

Normalmente, hay problemas para cerrar un ojo, más lagrimeo de lo normal, contracciones en las comisuras de los labios por la fuerza con la que se cierran los diente y otros cambios que inciden hasta en el sentido del gusto y del oído con la consecuente sensación de incomodidad y estrés que produce saberse víctima de esta enfermedad, la cual también afecta enormemente el autoestima al sentirse el objeto del señalamiento y las burlas de los demás.

Las grandes cantidades de estrés a las que podemos estar sometidos son, precisamente, una de las causas más comunes de este tipo de mal. Sin embargo, hay alentadoras posibilidades de recuperación que dependerán mucho de la fuerza de voluntad, serenidad y paciencia de la persona afectada. Así, quienes recién se encuentren en la etapa inicial de la parálisis pueden poner en práctica algunos ejercicios que acelerarán su restablecimiento.

  • Contraer los labios como si se fuera a besar a otra persona.
  • Dilatar el ala de la nariz hasta que el labio superior se levante mientras se enseñan los dientes (o hacerlo inmediatamente después).
  • Expulsar el aire lentamente, cual si se estuviera soplando a través de una cañita.
  • Ampliar la sonrisa dirigiendo la comisura labial hacia afuera y a la parte trasera.
  • Apretar los dientes lo más fuerte posible (probar con un cojín).
  • Arrugar el mentón y cerrar los ojos.
  • Elevar y juntar las cejas.

Esto debe hacerse con una gran constancia, por lo menos mientras se tienen los medios para someterse a una intervención quirúrgica. Los avances saltarán a la vista.

Fuente: eFisioterapia.net, SaludyMedicinas.com.mx.

Imágenes: Noticias Teziutlan, Ser siendo por Taka Raimé.

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Acerca del autor

Escrito por Vicky Sampi

Publicista de 1.54 mts. con aficiones periodísticas, gusto por la lectura, el vino, las caminatas y la buena compañía. Muy pronto aprendiz de cocina (nuevamente).

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