La importancia de exfoliar nuestro cutis

Retirar las células muertas en profundidad es el principal objetivo de exfoliar nuestra piel. Si hablamos del rostro debemos tener en cuenta que la aplicación de este tipo de productos debe realizarse una o dos veces por semana, de acuerdo a tu tipo de cutis.

Las pieles grasas admiten una exfoliación dos veces por semana con productos que remuevan en profundidad las impurezas y permitan retirarlas, previniendo así la aparición de puntos negros y espinillas. Por el contrario las pieles secas o las sensibles deben optar por una exfoliación suave, una vez a la semana, con un exfoliante facial que no reseque ni irrite tu cutis.

Para la aplicación del exfoliante de rostro se requiere antes que nada realizar una limpieza de rutina (con gel, leche limpiadora, agua mineral, etc.), una vez que has exfoliado tu cutis debes aplicar el tónico facial, con suaves toques, para ayudar a hidratar tu piel y a cerrar los poros, y como paso final la hidratante y/o sérum facial.

Si lo que deseas es una exfoliación suave que respete el nivel de hidratación de tu piel, realízala siguiendo los pasos que te detallamos a continuación:

• Humedece la piel con agua tibia para que las células se deprendan fácilmente. Recuerda humedecer también la zona de cuello y escote.
• Aplica el exfoliante con un masaje circular, suave, sin friccionar con fuerza para evitar que la piel se irrite.
• Presta especial atención a las zonas más gruesas, como la frente, la nariz y la barbilla (zona «T»), ya que por lo general suelen acumular más grasa. Por el contrario evita el contorno de los ojos, donde la piel es muy sensible.
• Aclara con abundante agua y seca con pequeños toques.
• Si eres de piel sensible, pulveriza agua termal por todo el rostro y escote, esto ayudará a calmar la piel.

Como puedes ver, la exfoliación también cumple un papel muy importante en la limpieza de nuestro cutis, además de retirar las células muertas produce los siguientes beneficios:

• Desobstruye los poros, previniendo la aparición de granos y espinillas.
• Favorece la renovación celular, la cual disminuye con el paso de los años.
• Mejora la textura de la piel, esta queda mucho más suave y lisa.

• Activa la microcirculación, gracias al agradable masaje que debe siempre acompañar la aplicación del producto.
• Al abrir los poros y dejarlos libres de impurezas, multiplica la absorción de las cremas que aplicas después, como parte de tu rutina de belleza diaria.

Imágenes: Femenino, ForeverLookingGod, FashionandBeautytips.

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