Cuando la edad avanza, nuestro cuerpo experimenta cambios que podrían afectar nuestra autoimagen, sobre todo si no los asumimos con las precauciones del caso. A partir de los 40, la piel empieza a perder firmeza y elasticidad, dando lugar a la formación de arrugas y, si hemos comido excesiva grasa, hasta de la molesta papada.
Para evitar que ello ocurra o su efecto no sea tan abrupto, debemos hidratar diariamente el cuerpo, el cuello y el rostro. Es fundamental aplicarnos antes de dormir una crema nutritiva rica en retinol o vitamina C, que ayudan a que la piel se estire. La noche es el mejor momento para hacerlo porque en esas horas las células entran en funcionamiento y se regeneran.
Además debes realizar una vez por semana un peeling natural, mediante mascarillas que puedes hacer tú misma en casa. Solo debes combinar leche limpiadora con un poco de sal y luego aplicarte una mezcla de huevo batido con zumo de toronja, quitándola después de 15 minutos con abundante agua. Eso sí, previamente prepara tu cutis combinando tu leche limpiadora natural con sal. Notarás cómo la frescura y suavidad retornan a tu cara.
Como cuidado complementario, practica masajes sobre las zonas con mayor cantidad de arrugas, de modo que se reactive la circulación sanguínea y se tonifiquen los músculos. Tampoco te olvides de hacer ejercicios de estiramiento, así como protegerte a diario de las manchas producto de la exposición solar con un bloqueador que contenga aloe vera y crema de día con filtro solar.
Si bien las arrugas son inevitables, al menos podemos hacer que no aparezcan antes de tiempo. Y con los cuidados que tengamos, hasta favoreceremos otros aspectos de nuestra salud corporal y emocional.
Fuente: Mujeractual.com
Imagen: Mercadolibre.com.mx
Tags Blogalaxia: Belleza, Piel, Prevenir Arrugas.
Visítanos en