Qué es el intestino irritable

Un trastorno cada vez más común en la población femenina es el intestino irritable. A pesar de que los organismos médicos aún no han emitido un diagnóstico seguro, se sospecha que entre sus causas se encuentra el estrés, la alimentación desequilibrada y la ansiedad.

Si durante tres meses, aproximadamente, padeces los síntomas que te detallamos a continuación, probablemente te encuentres dentro del porcentaje de mujeres que sufren este tipo de molestia.

Hinchazón abdominal y abundancia de gases.
Estreñimiento continuado o alternándose con periodos de diarrea.
Calambres en el abdomen.
Sensación de no haber finalizado la evacuación después de ir al baño.
Necesidad de ir al baño nada más comer o levantarse, incluso sin haber ingerido alimentos.

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Y como este síndrome está relacionado directamente con la alimentación, ya que es un problema digestivo. Las siguientes medidas te ayudarán a que te sientas cada día mejor, eso sí no dejes de acudir a tu médico, ya que es el quien tiene la última palabra en el diagnóstico.

Regula tu tránsito consumiendo alimentos fáciles de digerir, ricos en fibra soluble (frutos secos, semillas, avena, fruta, verdura, etc).
En verduras solo evita las que generan gases (nabo, col, lechuga, etc.). Restringe su consumo para ocasiones especiales, siempre en pequeñas cantidades y al final de la comida.
Frutas como el kiwi o las fresas, contienen unas pequeñas semillas que son difíciles de digerir. Evita también las frutas y zumos muy ácidos, sustitúyelos por leche de almendra, soja o avena que provocan el efecto contrario.
Evita el café, tabaco y alcohol. Estas sustancias alteran el buen funcionamiento del intestino.
La grasa agudiza los problemas derivados del intestino irritable. Así que procura no consumir embutidos, mantequilla, pastelería y bollería.
Come despacio, así masticarás mejor, tragarás menos aire, saborearás mejor la comida y tu digestión mejorará.
Realiza algo de ejercicio; este no tiene porque ser agotador. Solamente basta con caminar, montar bicicleta o nadar unos 30 minutos al día para mantenerte en forma y cuidar tu salud intestinal.
Este síndrome está relacionado con los nervios. Por lo tanto, evita las situaciones que te estresen e intenta tomarte la vida con más calma. Prueba disciplinas como el yoga o la meditación.