No hay ser humano idéntico a otro. Y en cuestiones de belleza, la diferencia es evidente. Nuestro tipo de piel es uno de los rasgos que más influyen en el tipo de maquillaje que usamos y en base a ello se puede definir el resto de nuestro look.
Esto no quiere decir que llevemos un solo tipo de make-up, sino que hay unas pautas básicas de color que pueden sernos de gran utilidad al momento de resaltar los encantos de nuestro tono de piel.
En el caso de las morenas, la intensidad es su gran aliada estética. Su esencia debe reflejarse en sombras de tonos cálidos que impregnen de misterio la mirada y resalten el contorno de los ojos ayudadas por un preciso delineado en tonalidades oscuras -de preferencia el negro y el marrón- así como por un difuminado en las cejas para no perder naturalidad.
Para los labios también convienen los colores cálidos. Además, hay que proporcionarles un brillo muy sutil con un efecto gloss, tratando de no exagerar en su aplicación porque el protagonismo debe recaer en la mirada. Asímismo, para dar el toque final de color el rubor debe ser en delicados tonos rosas que suavicen la apariencia del maquillaje.
No obstante estas recomendaciones, hay que tener en cuenta que la intensidad depende del momento del día y del tipo de evento al que acudamos. Pero para un look casual, bien vale ponerlas en práctica y hacer que nuestra belleza esté a flor de piel.
Fuente: La Calle de Guayaquil
Imagen: NForo.net
Tags Blogalaxia: Belleza, Maquillaje, Piel Morena.
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