El ejercicio nos ayuda a mejorar nuestra salud. Y no solo a nivel físico. A través del incremento de nuestra condición física, también podemos desarrollar otras habilidades que nos hagan más seguras de nosotras mismas en todos los aspectos.
No es un taller de autoestima combinado con clases de gimnasio, pero el pole dancing consigue casi los mismos efectos. La popular “danza del tubo” -que tiene cada vez más y más adeptas en todo el mundo- permite que las participantes se sientan bien física y emocionalmente, con el plus de que pueden explotar toda su sensualidad al máximo.
Aunque por lo general sea asociado a los night clubs, este baile no es solo una forma de ganarse la vida. Pese a la mala fama que puedan hacerle, el pole dancing requiere mucha disciplina, paciencia y destreza física para lograr óptimos resultados.
El dominio del tubo es reflejo del aprendizaje del cuerpo. Es decir, de la exploración de las zonas corporales y el potencial que pueden llegar a desarrollar con una actitud decidida. Antes que seducir a los demás, se trata de gustarnos a nosotras mismas (sin necesidad de tener la silueta perfecta ni mucho menos).
Se aprende una variedad de movimientos que van desde el enroscamiento en el tubo hasta las elevaciones y apertura de piernas. En cada sesión se nota un avance de la destreza personal a la par que se aumenta la resistencia cardiovascular, la fuerza del pecho y tonificación de músculos.
Es momento de deshacernos de los complejos y convertirnos en unas “sexies pole dancers”. Solo nos hace falta llevar ropa cómoda (de preferencia shorts y polos de manga corta) y dejarnos llevar por la música. Les aseguro que así será.
Fuente: Univisión.com
Imagen: ExOnline
Tags Blogalaxia: Belleza, Salud, Ejercicio, Pole Dancing.
laura
27 julio 2009
me parece super la danza del tubo megustaria practicarla sera q me pueden enviar nombres de academias q practique esta