Cuando nuestra edad cronológica avanza, empezamos a experimentar cambios en nuestro organismo no necesariamente positivos. Si nuestros huesos empiezan a doler, es probable que padezcamos osteoporosis. Por lo tanto, es preciso tener hábitos sanos y ciertas precauciones que mejoren nuestra calidad de vida.
La osteoporosis es una enfermedad en la cual se deteriora la organización del hueso, disminuyendo su masa, con el consiguiente aumento de la probabilidad de presentar fracturas. El problema es que muchas veces no es detectada a tiempo, ya que recurrimos al médico cuando padecemos el dolor de alguna caída que hace añicos nuestro sistema óseo.
Esta afección es más común en mujeres que en hombres y se desarrolla principalmente después de la menopausia. El estado más crítico se da a partir de los 65 años, cuando la función intestinal y renal se deterioran y las dificultades para sintetizar la vitamina D nos hacen más proclives a padecerla.
Para evitar que aumente su desarrollo, es básico utilizar un calzado de goma, evitando la lluvia y las aceras mojadas, porque corremos el peligro de resbalarnos y caernos. Del mismo modo, no practiquemos deportes de alto riesgo -por la posibilidad de accidentes- y llevemos una vida libre de alcohol, tabaco y sedentarismo. Las caminatas son buenas para ayudarnos a fijar el calcio poco a poco perdido.
Y si de fijadores de este mineral se trata, no hay como el consumo de cítricos (y productos con alto contenido de vitamina C en general) y lácteos, así como la exposición al sol en las horas adecuadas (donde los rayos ultravioleta no nos afectan negativamente).
Así como la osteoporosis existen muchas enfermedades que requieren nuestro cuidado y fuerza de voluntad para evitar que se agraven. Las precauciones que tomemos no tienen por qué alterar nuestro estilo de vida para mal, sino al contrario, dotarlo de bienestar y buen ánimo.
Fuente: Lanacion.com.ar
Imagen: I.oem.com.mx
Tags Blogalaxia: Salud, Huesos, Osteoporosis.
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