Las manitas sudadas no son un juego

Ver a la persona amada puede significar experimentar una serie de incómodas sensaciones, que van desde las mejillas color tomate hasta las manos literalmente hechas agua. Esta última condición es normal en situaciones en las que el miedo o la excesiva tensión nos juegan una mala pasada. Pero cuando surge hasta por el mínimo detalle, la sudoración de las manos se convierte en un motivo de grave preocupación.

Las manos sudorosas o hiperhidrosis palmar puede deberse a una tendencia ansiosa o alguna enfermedad. En el primer caso, el gran nerviosismo hace que la condición empeore con el estrés, las alteraciones emocionales (ira o miedo), el calor, el exceso de picante en las comidas, etc. Y en el segundo, las enfermedades que más provocan esta afección son: el Parkinson, la tiroides, el cáncer, la diabetes y los problemas de la glándula adrenal. Y también algunos medicamentos como la insulina, los que inducen al vómito y los que bajan la fiebre.

Debido a que en el funcionamiento del sistema nervioso se halla la clave para resolver este problema, hay que encontrar maneras de fortalecerlo. En primer lugar, debemos evitar café, tabaco y cualquier excitante. También debemos encontrar modos de relajarnos, por ejemplo, a través de masajes o meditación. El ejercicio también es de mucha ayuda, ya que nos permite descargar tensiones mediante la actividad física.

Uno de los remedios naturales para evitar la sudoración palmar consiste en tomar dos veces al día la salvia -que tiende a regular la transpiración- junto a una planta relajante como la manzanilla, la tila o el azahar. Así mismo, echar arcilla en polvo sobre las palmas de las manos o ponerlas en agua templada con un chorro de vinagre por algunos minutos también es muy eficaz.

Aunque existe la posibilidad de realizar una intervención quirúrgica para poner fin a nuestra sudorosa molestia, cada caso es individual y operarse sin tener en cuenta nuestras particularidades podría tener efectos negativos como manos excesivamente secas o sudor compensatorio en otras partes del cuerpo. Lo mejor es practicarnos evaluaciones detalladas con nuestro dermatólogo de confianza y tratar de controlar nuestra ansiedad con una mente y estilo de vida positivos.

Fuente: Enbuenasmanos.com

Imagen: Verdecountry.com

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