Si tu piel da muestras de irritación y reacciona desfavorablemente a agentes externos como el sol, el frío o a ciertas cremas cosméticas, es probable que tu tipo de piel sea sensible. Para ayudarte a despejar tus dudas acerca de cuál es el origen de esta sensbilidad, te detallamos la clasificación de este tipo de pieles:
- En ocasiones la piel sensible es herencia de nuestros padres y esto se nota desde que nacemos. Así que si has padecido dermatitis atópica cuando eras un bebé, es probable que esto se vea reflejado en tu rostro ahora que eres adulto. Generalmente esto suele afectar a las pieles claras, que no toleran cambios de temperatura, ni comidas muy especiadas.
- Debemos tener mucho cuidado con los tratamientos estéticos a los que nos sometemos, puede ser que estos sean la causa de una piel sensible en la edad adulta. Por ejemplo un peeling realizado de forma demasiado agresiva puede dañar tu piel, tornándola hipersensible.
- Existe un grupo llamado de «sensibilidad idiopática», mujeres con una piel que se irrita facilmente, pero que no tiene las características de un cutis sensible. Esto se corrige con cremas adecuadas.
Es importante que acudas a un centro de belleza de confianza, en el que te realizarán un análisis de piel exhaustivo y te recomendarán cuál es el tratamiento adecuado para tu rostro, muchas veces este incluye también maquillaje especial para que tu cutis luzca resplandeciente.
Fuente: Hola
Imagen: Eluniversal
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