Cómo realizar correctamente nuestra rutina de aerobics

Cuando entre la celulitis y los rollitos de más que se asoman -más bien, que brotan escandalosamente- por nuestra abultada “barriguita” nuestra figura ha tomado la forma de un cubo imperfecto, todas corremos al gimnasio a intentar bajar los kilos que nos tienen al borde de la obesidad (si es que ya no la padecemos).

Y una de las actividades que nos pueden hacer perder más calorías en menos tiempo son los aerobics, que gracias a la variedad de movimientos e intensidad nos hacen literalmente sudar la “gota gorda”.

Pero como en cualquier actividad física -y sobre todo, porque no estamos acostumbradas al ritmo del training- es necesario graduar las revoluciones para obtener los resultados que esperamos de una forma sostenida (el adelgazamiento no ocurre de golpe y el esfuerzo no debe ser flor de un día).

A pesar de que muchas estemos dispuestas a hacer el sacrificio de la vida dejando de comer nuestros “gustitos” y acudiendo religiosamente al gym, no se nos debe pasar la mano hasta suprimir los componentes principales de nuestra dieta y hacernos esclavas de los aeróbicos.

Al menos hasta que nuestra resistencia cardiovascular sea mayor (es necesario que un instructor nos fije las metas), será preferible acudir a las sesiones una vez al día. Por supuesto, para aguantar el trabajo requerimos estas bien alimentadas, con una dieta rica en proteínas y minerales.

Es muy importante llevar ropa de algodón para que absorba la transpiración sin ocasionar mal olor. Las zapatillas deben tener una suela flexible para estirarnos sin provocar calambres. Y siempre hay que tener a la mano una toalla para secar el sudor del rostro, que al acumularse ocasiona ardor y reseca la piel.

Si el ritmo de la sesión es muy fuerte y tenemos necesidad de parar, evitemos hacerlo de golpe porque nos cansará más al reanudar el ejercicio. Vayamos decreciendo la velocidad y si es posible no dejemos de movernos mientras nos hidratamos con un refresco cítrico o una bebida isotónica (podemos marchar ligeramente en el sitio).

Una manera de recobrar las fuerzas perdidas es respirando a profundidad. Hagámoslo antes y después de las sesiones, así como durante las series de ejercicios más suaves. Esto servirá para ayudar a quemar las calorías, pero siempre necesitaremos de un trabajo de máquinas para convertir en fibra (músculos) la grasa eliminada.

Imagen: The Daily Plate

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