Nada nos llena de más energía, salud y belleza que una buena alimentación. Y entiéndase por buena alimentación una dieta variada que en vez de exceder las grasas, nos ayude a quemarlas y a tener un óptimo estado físico.
Los cítricos son conocidos como uno de los alimentos que más ayudan a perder peso. Y dentro de ellos destaca especialmente la toronja, que además de prevenir y bajar esos kilitos de más, es una aliada eficaz contra las enfermedades a los huesos, sistema digestivo, circulatorio y respiratorio.
La toronja es rica en vitamina C, B1, B2, B3, B5, B6 y E. Esto quiere decir que entre sus múltiples ventajas se encuentran la regulación de nuestro metabolismo (para comer sin peligro de engordar al primer bocado), la limpieza de las arterias, el sistema urinario y el hígado.
También previene la aparición de las várices (porque hace más fluída la circulación), mejora la artritis y otras molestias del reuma. Y por si fuera poco, mantiene nuestro sistema inmunológico (sí, ese donde se agrupan nuestras defensas) en las mejores condiciones.
El jugo de dos toronjas al día es más que suficiente para que la salud brote por nuestros poros. Sin embargo, el asunto no es tomarlo de golpe. Hay que combinar sus dosis con el menú idóneo para su mejor absorción.
Luego de beber medio litro de agua en ayunas, podemos tomar en el desayuno un vaso con jugo de toronja acompañado de unas apetecibles tostadas, un huevo y una taza con té.
En el almuerzo también podemos tomar refresco a base de toronja y/o utilizarla como único condimento de las ensaladas. Y dos horas después de la cena, beber nuestra última porción de jugo de toronja.
Fuente: Klip7.cl
Imagen: Correo
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